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El Departament de Mobilitat i Infraestructures reduce la velocidad a 80 km/h en la vía de cintura

El Departament de Mobilitat i Infraestructures reduce la velocidad a 80 km/h en la vía de cintura

(26/11/2020)

La presidenta del Consell, Catalina Cladera, y el conseller de Mobilitat i Infraestructures han anunciado la medida que entrará en vigor día 1 de febrero y que cuenta con el aval de informes medioambientales, técnicos y de la DGT y de la Guardia Civil.

El Departament de Mobilitat i Infraestructures del Consell de Mallorca reducirá a 80 kilómetros por hora la velocidad a toda la vía de cintura (Ma- 20). La medida, que se prevé que entre en vigor el 1 de febrero del 2021, ha sido anunciada por la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, y por el conseller de Mobilitat i Infraestructures, Iván Sevillano. A la rueda de prensa, han asistido también el director insular de Mobilitat, Gonzalo Llamas, el director general de Transports i Mobilitat del Govern, Jaume Mateu, la directora general de Mobilitat de Palma, Irene Nombela, la directora provincial de la DGT, Francisca Ramis, y el comandante de la Guardia Civil, Manuel Aguilera.

Siguiendo el modelo de otras ciudades del Estado y de ciudades europeas delante el contexto de emergencia climática actual se hace imprescindible adoptar medidas inmediatas para paliar los efectos negativos de la contaminación. Por eso, los últimos meses, la Direcció Insular de Mobilitat, y desde diferentes ámbitos, han trabajado para proponer soluciones de mejora ambiental.

«Como  sabemos, es un compromiso de este gobierno, y así quedó reflejado en los Acords de Raixa, apostar por la sostenibilidad energética y medioambiental y con todo el rigor científico y técnico», ha apuntado la presidenta Cladera que, además, ha destacado que «esta medida se ajusta al cambio hacia un modelo de movilidad más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, que pacifique el tráfico de nuestros entornos urbanos, que aborda los problemas que hay de congestión, bullicio y accidentalidad de una manera sostenible».

Las nuevas dinámicas de movilidad acentúan la necesidad de buscar entornos pacificados, amigables y disponibles para diferentes usuarios. La vía de cintura se ha convertido en un entorno muy urbano a causa del crecimiento que ha tenido las últimas décadas la ciudad de Palma, por eso, hay que hacer una intervención en aspectos relativos a las emisiones, el bullicio y la accidentabilidad y la siniestralidad, teniendo en cuenta que es, una circunvalación donde se ha incrementado de manera constante el volumen de vehículos que circulan.

La medida viene avalada por informes técnicos del departamento, medioambientales, acústicos y de accidentabilidad y fluidez del tráfico. «Con la mirada puesta en el futuro y con la intención de avanzar con nuevas políticas favorables para la ciudadanía, en favor del medio ambiente y de la salud de las personas, reducimos la velocidad máxima permitida para la vía de cintura a 80 kilómetros por hora. Las viviendas y barrios adyacentes a la autopista, no sólo sufren los efectos negativos de los gases contaminantes, sino también el ruido de los vehículos. Con esta medida reduciremos de manera relevante el impacto acústico y aumentaremos la calidad del aire. Paralelamente, homogeneizando la velocidad en 80 reduciremos la accidentabilidad y favoreceremos la fluidez del tráfico», ha explicado el conseller Iván Sevillano.

Equiparando y reduciendo la velocidad de 120 a 80 kilómetros por hora en toda el Ma-20 se podrán abordar los problemas que hay de congestión, bullicio y accidentalidad de una manera sostenible y sin recurrir al consumo de territorio. La velocidad está directamente relacionada con el consumo de carburante y, por lo tanto, con la emisión de gases contaminantes. Menos velocidad implica mejor calidad medioambiental y una incidencia negativa sobre el efecto invernadero.

La medida consigue homogeneizar la circulación del tráfico y, por lo tanto, mejorar la fluidez. Favorecerá la transición desde las vías secundarias y viceversa, así como la dinámica de circulación y el aprovechamiento de la ocupación, reduciendo de manera significativa los niveles de congestión actuales.

Al mismo tiempo, está demostrado científicamente, que, a velocidad menor, índices de accidentabilidad y siniestralidad más bajos. Se producen menos accidentes y menos graves.

«Somos conscientes de que se trata de una medida atrevida, pero cuando se quieren conseguir cambios de calado en favor del medio ambiente y la salud de las personas, se tienen que tomar decisiones valientes. En caso contrario, nunca avanzaremos ni cambiaremos como sociedad», ha concluido Sevillano.